domingo, 21 de abril de 2013
Manos rotas
Con manos rotas recojo pedazos para reparar lo que se supone que perdí. Y mientras busco con ojos cansados los restos que quedaron, encuentro cosas que hace tiempo dejé de ser. Planteo el regresar, el recuperar; calculo el tiempo y el espacio, palabras que repito sin cesar mientras me contento con vivir ese momento que me da. Las palabras salen tan fácilmente de mi boca que parecen mentira y, sin embargo, nunca han sido más ciertas: entre el ya no te amo y el te comienzo a amar me pierdo, no me encuentro.
Y me toca, y me erizo. Y me habla, y me alivia. Y me siente, y me mueve. Y él me habla y grito, y lo intenta y me desespera, y me ama y no quiero. Y lo siento y lo vivo y lo respiro, y entre el siempre y el nunca me trae vuelta loca, entre su amor y su amistad me ayuda y me hunde. Y mientras él espera y se queda, yo lo único que quiero es despedirme e irme.
El tiempo se dice sabio, se dice me aliviará. ¿Y si no hay nada que aliviar?
Yo lo que quiero es despertar y saberlo. Y lo que quiero es sentirlo. Y lo que quiero es tenerlo. Y lo quiero mio. Y quiero caber entre su hombro y su pecho. Pero entre lo que quiero y lo que tengo hay abismos de por medio, desidias y decisiones a medio tomar.
Y desespero, porque hay cosas que me faltan y no encuentro, y el equilibrio que creí tener se derrumbó y sólo me quedó la incertidumbre: el no saber cuando poder, cuando reencontrar el punto entre el puedo y quiero.
martes, 22 de noviembre de 2011
Frases inconclusas
A veces se me ocurren frases que debieran ir en un texto mas amplio y con mas sentido, pero no siempre las puedo acomodar.
"Entre el viento y las palmeras, tan lejos de mi tierra, el sonido del mar me consuela, me sentí en casa, me faltabas tu."
"De color ópalo, las olas me bañaban de luz verde y fresca. En mi cabello, en mis pechos, en mi seno, toda yo era verde."
"El dia amanece gris, un poco triste. Amenaza la lluvia con caer de un golpe, pero se detiene y en lugar de chaparron chispea toda la tarde."
Algun dia tendran lugar.
miércoles, 28 de octubre de 2009
Mi pequeño deseo
Otra vez tengo insonmio. Otra vez me encuentro dando vueltas en la cama pensando en mi deseo, en mi anhelo.
Hace mas de 8 años que pienso en el, en sentirlo dentro de mi moverse, respirar, nadar, sentir su peso y compartirlo todo con el. Me hace falta, me duele el alma, me cala el cuerpo, la edad, los años que pasan y no se detienen, me lastima el tiempo y me lastima el pasado, ese estupido pasado que definia un presente y prometia un futuro que no fue, me hiere que tuve en mis brazos algo parecido y lo tuve que dejar ir por que no era mio, era de otra, no salio de mi y por eso no pude quedarme a su lado, me tortura pensar que ya lo tenia, lo sentia vivo, lo sentia crecer y simplemente salio en medio de sangre y de dolor, sin un motivo, sin razon, sin aviso, un dia me levante y ya no estaba, lo perdi. Mi pasado, mi "hubiera", ahora lo extraño.

Y tengo miedo, tengo pavor de que la historia se repita, de que yo no pueda mantenerlo a mi lado, de que por ningun motivo lo pierda, que mi cuerpo no responda como tiene que responder, que el amor no me baste y que lo alejen de mi lado, que no llegue a crecer, a verme, a sentirme.
Terminamos la pelicula y apagamos la luz. Di vueltas en la cobija, no podia cerrar los ojos por que me venia la imagen a la mente de aquel sueño tan vivido, donde encontraba mi deseo. Me levante, desesperada por encontrar un consuelo o, por lo menos, un alivio, prendi la computadora y empece a escribir. Quiza no sirva de nada, pero si los dioses leen esto sabran que hace mucho lo pido, que ruego, que aquella vez yo no estaba preparada pero si lista, que no iba a dejar las cosas mal hechas, que iba a quedarme con el para cuidarlo, amarlo, confortarlo, curarlo. Ahora estoy lista y preparada, ahora quiero todo y simplemente no llega, no parece haber un buen momento, ahora tendra lo que antes le hubiera faltado, ahora puedo darle todo. Ahora tengo carrera y estudios, y mi amante tiene casa, comida, abrigo y ganas... Muchas ganas, tantas como yo, de tenerlo a nuestro lado.
Te rogamos, Diosa, que dejes venir nuestro futuro.
Te rogamos, Diosa, que llegue a nuestras vidas nuestro hijo.
Hace mas de 8 años que pienso en el, en sentirlo dentro de mi moverse, respirar, nadar, sentir su peso y compartirlo todo con el. Me hace falta, me duele el alma, me cala el cuerpo, la edad, los años que pasan y no se detienen, me lastima el tiempo y me lastima el pasado, ese estupido pasado que definia un presente y prometia un futuro que no fue, me hiere que tuve en mis brazos algo parecido y lo tuve que dejar ir por que no era mio, era de otra, no salio de mi y por eso no pude quedarme a su lado, me tortura pensar que ya lo tenia, lo sentia vivo, lo sentia crecer y simplemente salio en medio de sangre y de dolor, sin un motivo, sin razon, sin aviso, un dia me levante y ya no estaba, lo perdi. Mi pasado, mi "hubiera", ahora lo extraño.

Y tengo miedo, tengo pavor de que la historia se repita, de que yo no pueda mantenerlo a mi lado, de que por ningun motivo lo pierda, que mi cuerpo no responda como tiene que responder, que el amor no me baste y que lo alejen de mi lado, que no llegue a crecer, a verme, a sentirme.
Terminamos la pelicula y apagamos la luz. Di vueltas en la cobija, no podia cerrar los ojos por que me venia la imagen a la mente de aquel sueño tan vivido, donde encontraba mi deseo. Me levante, desesperada por encontrar un consuelo o, por lo menos, un alivio, prendi la computadora y empece a escribir. Quiza no sirva de nada, pero si los dioses leen esto sabran que hace mucho lo pido, que ruego, que aquella vez yo no estaba preparada pero si lista, que no iba a dejar las cosas mal hechas, que iba a quedarme con el para cuidarlo, amarlo, confortarlo, curarlo. Ahora estoy lista y preparada, ahora quiero todo y simplemente no llega, no parece haber un buen momento, ahora tendra lo que antes le hubiera faltado, ahora puedo darle todo. Ahora tengo carrera y estudios, y mi amante tiene casa, comida, abrigo y ganas... Muchas ganas, tantas como yo, de tenerlo a nuestro lado.
Te rogamos, Diosa, que dejes venir nuestro futuro.
Te rogamos, Diosa, que llegue a nuestras vidas nuestro hijo.
sábado, 22 de noviembre de 2008
Mi, tu, nuestro pasado
El pasado me atormenta. El tuyo, el mio, el nuestro, me sigue y me sale en cada esquina que cruzo. Me asusta el mio, por que recuerdo que hice y a quien lastime, quien me lastimo y a quien deje atras, y se quienes o que me vendran a buscar en el futuro. Me asusta el tuyo, por que me dijiste que lo habias dejado atras y no, de pronto te lo encuentras y te tomas unas copas con el, recuerdan viejos y mas risibles tiempos, aquellos con tus amigos cuando no tenias ni novia y mucho menos esposa. Me asusta nuestro pasado, por que siempre estuvimos cerca pero lejos, viendonos sin conocernos, conociste mi pasado sin saber los detalles y lo unico que yo pensaba era "quien es el".
Pero ahora me persigue, me encuentro rostros conocidos en todas partes, escucho frases familiares dichas por cualquiera, huelo perfumes reconocibles que alguna vez me trajeron paz y ahora me repugnan. Siento al pasado (mi pasado) cerca, acechando, esperando el momento, la oportunidad de oro, el segundo en que baje la guardia y pueda decirme al fin y a la cara "te lo dije, de mi no puedes escapar". Y no podre contestarle "si, si puedo, lo hice antes y lo hago ahora", por que lo siento demasiado cerca, como una bomba de tiempo en la que yo misma puse el reloj. Y no quiero, no quiero verlo a el ni a su chiquita, no quiero saber nada de ninguno por que no me interesa, me case contigo y no podria ser mas feliz, pero me atormentan fantasmas, amor, no me dejan dormir...

Y ayer tu pasado te encontro, te recordo mejores momentos, los que pasabas con una cerveza en la mano y el volante del Jeep en la otra. Regresaste a la cama dormido, mas que despierto. "Me dio asco el tequila", dijiste, "te dio asco la cantidad", conteste. Me da miedo, por que cuando me conociste dejaste tus parrandas, tus idas a la playa por tres dias con tu primo, el irte a Cachanilla sin avisarle a nadie, el regresar a tu casa sin saber como, ni por quien, ni a que hora. Me da miedo que te encuentre tu pasado, que me encuentre tu pasado, por que nunca fui parte de el, tu no lo quisiste y yo no hubiera accedido, bien lo sabias por que con orgullo decias que nunca mas, y por mi sin que yo te lo pidiera.
¿Que hago ahora, amor? ¿Como me escondo de mi pasado, del tuyo, del nuestro?
Pero ahora me persigue, me encuentro rostros conocidos en todas partes, escucho frases familiares dichas por cualquiera, huelo perfumes reconocibles que alguna vez me trajeron paz y ahora me repugnan. Siento al pasado (mi pasado) cerca, acechando, esperando el momento, la oportunidad de oro, el segundo en que baje la guardia y pueda decirme al fin y a la cara "te lo dije, de mi no puedes escapar". Y no podre contestarle "si, si puedo, lo hice antes y lo hago ahora", por que lo siento demasiado cerca, como una bomba de tiempo en la que yo misma puse el reloj. Y no quiero, no quiero verlo a el ni a su chiquita, no quiero saber nada de ninguno por que no me interesa, me case contigo y no podria ser mas feliz, pero me atormentan fantasmas, amor, no me dejan dormir...

Y ayer tu pasado te encontro, te recordo mejores momentos, los que pasabas con una cerveza en la mano y el volante del Jeep en la otra. Regresaste a la cama dormido, mas que despierto. "Me dio asco el tequila", dijiste, "te dio asco la cantidad", conteste. Me da miedo, por que cuando me conociste dejaste tus parrandas, tus idas a la playa por tres dias con tu primo, el irte a Cachanilla sin avisarle a nadie, el regresar a tu casa sin saber como, ni por quien, ni a que hora. Me da miedo que te encuentre tu pasado, que me encuentre tu pasado, por que nunca fui parte de el, tu no lo quisiste y yo no hubiera accedido, bien lo sabias por que con orgullo decias que nunca mas, y por mi sin que yo te lo pidiera.
¿Que hago ahora, amor? ¿Como me escondo de mi pasado, del tuyo, del nuestro?
martes, 28 de octubre de 2008
Dormir sin ti
Llegamos a vivir juntos hace apenas una semana. Después del paraíso de Cabo llegamos a casa, nuestra casa. Empezamos a guardar la ropa de las maletas, a acomodar los shampoos, los cepillos, la pasta de dientes. Tendimos la cama, conectamos la tele, nos acostamos juntos. Me tapé con la colcha y tú no, te metiste abajo de las cobijas, me abrazaste, me besaste, nos dormimos.
Me desesperan las cajas. No puedo vivir en un mundo con cajas. Llenas de mi ropa, de mis cosas (¿por qué demonio tengo tantas cosas?). Mis velas, mi escritorio, mis papeles, mi caja de recuerdos. Todas mis cosas, toda mi vida de los2 a los 26 años en cajas, muchas cajas, abarrotando el estudio, llenando la cama, ocupando la casa.
Anteayer vi el suelo, entre las cajas. Tiene manchas cafés de tierra, de lodo y de café en algunos lados, necesito limpiarlo. Pero son las cajas lo que me vuelve loca, lo que me hace ponerme histérica y no poder dormir ni comer ni vivir. Ayer me puse a limpiar las cajas.
Llegaste tarde, a ver tele, llegaron tus amigos y me pediste salir. Me encanta que te encante estar conmigo. Tus amigos se fueron tarde, dejando latas de cerveza, platos sucios, comida tirada, el piso más sucio y la mesa asquerosa. Se fueron tarde... y tú estabas muy cansado. También yo, pero no puedo vivir con cajas, lo sabes.
Seguí recogiendo cajas, sacando cosas y metiendo cosas, acomodando adornos y tirando basura. Llegaste conmigo a acompañarme, me abrazaste, no me dejabas trabajar, me jalabas a la cama, te pedí que te fueras a dormir... Te enojaste, me corres dijiste. No te corro, te pido que te vayas, amor, perdóname pero ya no aguanto llegar a nuestra casa y limpiar y guardar y oler el cartón y el plástico viejo y polvoso de miles de cajas que invaden nuestra vida.
Tu mirada se apagó, tus labios se juntaron en un gesto de tristeza, perdona amor, se que estoy histérica y no soy coherente, es que te juro que ya no aguanto, no puedo más, necesito tener una casa sin cajas y esto ya no puede ser, ¿a que hora quieres que lo haga? por favor perdóname, no te sientas mal conmigo que soy tan tonta. Si amor, te perdono, pero no se que te pasa o quien eres, solo quiero dormir junto a ti. Por favor, solo déjame esta noche terminar esto, voy en una hora a la cama contigo.
Empecé a trabajar, pasaban los minutos y no terminaba, se me iba haciendo más el desastre y menos el tiempo. Vi el reloj y habían pasado ya hora y cuarto, fui a asomarme a la cama y estabas dormido, ocupando tu lado y el mío, como si nunca hubiéramos dormido juntos. Quizá estaba sensible, pero me dolió ver que no extrañabas el bulto de mi cuerpo, ver con que comodidad acaparabas toda la cama y hasta te estirabas.
Preferí seguir trabajando a despertarte y llorar, guarde y guarde y tire y tire cosas hasta cerca del amanecer, cuando por fin termine. Me senté en el sillón de la sala y, por fin, me di un tiempo para llorar. Empezaron a correr dos lágrimas cuando sentí tus
brazos en mis brazos, me levantaste y me abrazaste. No llores, que haces, por que no viniste a la cama, te extrañe tanto, me asuste cuando desperté y no te vi, las cervezas de ayer me anestesiaron y no pude no sentirte, pero desperté y no estabas... ¿Por que no estabas? Nunca me dejes sin ti, te amo tanto y necesito tu cuerpo y tu voz. Soñé contigo yo creo que porque no estabas ahí, y abrí los ojos buscándote, no estabas y me levanté de un salto, amor no me hagas eso, pensé que te habías ido, que habías escapado de mi...
Seguí llorando, por que yo sentí que me habías olvidado por una noche, te pedí perdón y te perdone. Amor, nunca más dormiré sin ti.
Me desesperan las cajas. No puedo vivir en un mundo con cajas. Llenas de mi ropa, de mis cosas (¿por qué demonio tengo tantas cosas?). Mis velas, mi escritorio, mis papeles, mi caja de recuerdos. Todas mis cosas, toda mi vida de los
Anteayer vi el suelo, entre las cajas. Tiene manchas cafés de tierra, de lodo y de café en algunos lados, necesito limpiarlo. Pero son las cajas lo que me vuelve loca, lo que me hace ponerme histérica y no poder dormir ni comer ni vivir. Ayer me puse a limpiar las cajas.
Llegaste tarde, a ver tele, llegaron tus amigos y me pediste salir. Me encanta que te encante estar conmigo. Tus amigos se fueron tarde, dejando latas de cerveza, platos sucios, comida tirada, el piso más sucio y la mesa asquerosa. Se fueron tarde... y tú estabas muy cansado. También yo, pero no puedo vivir con cajas, lo sabes.
Seguí recogiendo cajas, sacando cosas y metiendo cosas, acomodando adornos y tirando basura. Llegaste conmigo a acompañarme, me abrazaste, no me dejabas trabajar, me jalabas a la cama, te pedí que te fueras a dormir... Te enojaste, me corres dijiste. No te corro, te pido que te vayas, amor, perdóname pero ya no aguanto llegar a nuestra casa y limpiar y guardar y oler el cartón y el plástico viejo y polvoso de miles de cajas que invaden nuestra vida.
Tu mirada se apagó, tus labios se juntaron en un gesto de tristeza, perdona amor, se que estoy histérica y no soy coherente, es que te juro que ya no aguanto, no puedo más, necesito tener una casa sin cajas y esto ya no puede ser, ¿a que hora quieres que lo haga? por favor perdóname, no te sientas mal conmigo que soy tan tonta. Si amor, te perdono, pero no se que te pasa o quien eres, solo quiero dormir junto a ti. Por favor, solo déjame esta noche terminar esto, voy en una hora a la cama contigo.
Empecé a trabajar, pasaban los minutos y no terminaba, se me iba haciendo más el desastre y menos el tiempo. Vi el reloj y habían pasado ya hora y cuarto, fui a asomarme a la cama y estabas dormido, ocupando tu lado y el mío, como si nunca hubiéramos dormido juntos. Quizá estaba sensible, pero me dolió ver que no extrañabas el bulto de mi cuerpo, ver con que comodidad acaparabas toda la cama y hasta te estirabas.
Preferí seguir trabajando a despertarte y llorar, guarde y guarde y tire y tire cosas hasta cerca del amanecer, cuando por fin termine. Me senté en el sillón de la sala y, por fin, me di un tiempo para llorar. Empezaron a correr dos lágrimas cuando sentí tus

Seguí llorando, por que yo sentí que me habías olvidado por una noche, te pedí perdón y te perdone. Amor, nunca más dormiré sin ti.
lunes, 14 de julio de 2008
Siguiendo
La muerte me sigue los pasos
siento su aliento en mi cuello
me susurra al oido destinos
describiendo mi futuro cercano
La muerte en lugares cercanos
se me acerca muy despacio
buscando algunos recovecos
esperando que yo sienta frio
La muerte me grita al oido
su odio infinito por los vivos
me pregunta acaso si quiero
morir antes de mis destinos
La muerte juega conmigo
tratando de cubrir mis ojos
juega con mi vida, mi destino
haciendo que equivoque el camino
La muerte sigue mis pasos
hablando de distantes paraisos
trantando, por todos los medios
de llevarme consigo.
Ni la muerte me separa de tí.
siento su aliento en mi cuello
me susurra al oido destinos
describiendo mi futuro cercano
La muerte en lugares cercanos
se me acerca muy despacio
buscando algunos recovecos
esperando que yo sienta frio
La muerte me grita al oido
su odio infinito por los vivos
me pregunta acaso si quiero
morir antes de mis destinos
La muerte juega conmigo
tratando de cubrir mis ojos
juega con mi vida, mi destino
haciendo que equivoque el camino
La muerte sigue mis pasos
hablando de distantes paraisos
trantando, por todos los medios
de llevarme consigo.
Ni la muerte me separa de tí.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)