sábado, 22 de noviembre de 2008



Mi, tu, nuestro pasado

El pasado me atormenta. El tuyo, el mio, el nuestro, me sigue y me sale en cada esquina que cruzo. Me asusta el mio, por que recuerdo que hice y a quien lastime, quien me lastimo y a quien deje atras, y se quienes o que me vendran a buscar en el futuro. Me asusta el tuyo, por que me dijiste que lo habias dejado atras y no, de pronto te lo encuentras y te tomas unas copas con el, recuerdan viejos y mas risibles tiempos, aquellos con tus amigos cuando no tenias ni novia y mucho menos esposa. Me asusta nuestro pasado, por que siempre estuvimos cerca pero lejos, viendonos sin conocernos, conociste mi pasado sin saber los detalles y lo unico que yo pensaba era "quien es el".

Pero ahora me persigue, me encuentro rostros conocidos en todas partes, escucho frases familiares dichas por cualquiera, huelo perfumes reconocibles que alguna vez me trajeron paz y ahora me repugnan. Siento al pasado (mi pasado) cerca, acechando, esperando el momento, la oportunidad de oro, el segundo en que baje la guardia y pueda decirme al fin y a la cara "te lo dije, de mi no puedes escapar". Y no podre contestarle "si, si puedo, lo hice antes y lo hago ahora", por que lo siento demasiado cerca, como una bomba de tiempo en la que yo misma puse el reloj. Y no quiero, no quiero verlo a el ni a su chiquita, no quiero saber nada de ninguno por que no me interesa, me case contigo y no podria ser mas feliz, pero me atormentan fantasmas, amor, no me dejan dormir...



Y ayer tu pasado te encontro, te recordo mejores momentos, los que pasabas con una cerveza en la mano y el volante del Jeep en la otra. Regresaste a la cama dormido, mas que despierto. "Me dio asco el tequila", dijiste, "te dio asco la cantidad", conteste. Me da miedo, por que cuando me conociste dejaste tus parrandas, tus idas a la playa por tres dias con tu primo, el irte a Cachanilla sin avisarle a nadie, el regresar a tu casa sin saber como, ni por quien, ni a que hora. Me da miedo que te encuentre tu pasado, que me encuentre tu pasado, por que nunca fui parte de el, tu no lo quisiste y yo no hubiera accedido, bien lo sabias por que con orgullo decias que nunca mas, y por mi sin que yo te lo pidiera.

¿Que hago ahora, amor? ¿Como me escondo de mi pasado, del tuyo, del nuestro?

martes, 28 de octubre de 2008

Dormir sin ti

Llegamos a vivir juntos hace apenas una semana. Después del paraíso de Cabo llegamos a casa, nuestra casa. Empezamos a guardar la ropa de las maletas, a acomodar los shampoos, los cepillos, la pasta de dientes. Tendimos la cama, conectamos la tele, nos acostamos juntos. Me tapé con la colcha y tú no, te metiste abajo de las cobijas, me abrazaste, me besaste, nos dormimos.

Me desesperan las cajas. No puedo vivir en un mundo con cajas. Llenas de mi ropa, de mis cosas (¿por qué demonio tengo tantas cosas?). Mis velas, mi escritorio, mis papeles, mi caja de recuerdos. Todas mis cosas, toda mi vida de los 2 a los 26 años en cajas, muchas cajas, abarrotando el estudio, llenando la cama, ocupando la casa.

Anteayer vi el suelo, entre las cajas. Tiene manchas cafés de tierra, de lodo y de café en algunos lados, necesito limpiarlo. Pero son las cajas lo que me vuelve loca, lo que me hace ponerme histérica y no poder dormir ni comer ni vivir. Ayer me puse a limpiar las cajas.

Llegaste tarde, a ver tele, llegaron tus amigos y me pediste salir. Me encanta que te encante estar conmigo. Tus amigos se fueron tarde, dejando latas de cerveza, platos sucios, comida tirada, el piso más sucio y la mesa asquerosa. Se fueron tarde... y tú estabas muy cansado. También yo, pero no puedo vivir con cajas, lo sabes.

Seguí recogiendo cajas, sacando cosas y metiendo cosas, acomodando adornos y tirando basura. Llegaste conmigo a acompañarme, me abrazaste, no me dejabas trabajar, me jalabas a la cama, te pedí que te fueras a dormir... Te enojaste, me corres dijiste. No te corro, te pido que te vayas, amor, perdóname pero ya no aguanto llegar a nuestra casa y limpiar y guardar y oler el cartón y el plástico viejo y polvoso de miles de cajas que invaden nuestra vida.

Tu mirada se apagó, tus labios se juntaron en un gesto de tristeza, perdona amor, se que estoy histérica y no soy coherente, es que te juro que ya no aguanto, no puedo más, necesito tener una casa sin cajas y esto ya no puede ser, ¿a que hora quieres que lo haga? por favor perdóname, no te sientas mal conmigo que soy tan tonta. Si amor, te perdono, pero no se que te pasa o quien eres, solo quiero dormir junto a ti. Por favor, solo déjame esta noche terminar esto, voy en una hora a la cama contigo.

Empecé a trabajar, pasaban los minutos y no terminaba, se me iba haciendo más el desastre y menos el tiempo. Vi el reloj y habían pasado ya hora y cuarto, fui a asomarme a la cama y estabas dormido, ocupando tu lado y el mío, como si nunca hubiéramos dormido juntos. Quizá estaba sensible, pero me dolió ver que no extrañabas el bulto de mi cuerpo, ver con que comodidad acaparabas toda la cama y hasta te estirabas.

Preferí seguir trabajando a despertarte y llorar, guarde y guarde y tire y tire cosas hasta cerca del amanecer, cuando por fin termine. Me senté en el sillón de la sala y, por fin, me di un tiempo para llorar. Empezaron a correr dos lágrimas cuando sentí tus brazos en mis brazos, me levantaste y me abrazaste. No llores, que haces, por que no viniste a la cama, te extrañe tanto, me asuste cuando desperté y no te vi, las cervezas de ayer me anestesiaron y no pude no sentirte, pero desperté y no estabas... ¿Por que no estabas? Nunca me dejes sin ti, te amo tanto y necesito tu cuerpo y tu voz. Soñé contigo yo creo que porque no estabas ahí, y abrí los ojos buscándote, no estabas y me levanté de un salto, amor no me hagas eso, pensé que te habías ido, que habías escapado de mi...

Seguí llorando, por que yo sentí que me habías olvidado por una noche, te pedí perdón y te perdone. Amor, nunca más dormiré sin ti.

lunes, 14 de julio de 2008

Siguiendo

La muerte me sigue los pasos
siento su aliento en mi cuello
me susurra al oido destinos
describiendo mi futuro cercano

La muerte en lugares cercanos
se me acerca muy despacio
buscando algunos recovecos
esperando que yo sienta frio

La muerte me grita al oido
su odio infinito por los vivos
me pregunta acaso si quiero
morir antes de mis destinos

La muerte juega conmigo
tratando de cubrir mis ojos
juega con mi vida, mi destino
haciendo que equivoque el camino

La muerte sigue mis pasos
hablando de distantes paraisos
trantando, por todos los medios
de llevarme consigo.


Ni la muerte me separa de tí.

lunes, 9 de junio de 2008

Entre las ramas

Hoy te vi, hoy te soñe. Te encontré en el bosque de la magia, flotando entre las ramas. Traté de alcanzar tu mano, pero volabas alto y no lo logré. "Ven" te grité. "Flota" me respondiste.

Traté de flotar contigo, pero mis pies estaban anclados y no pude elevarme. Traté de seguirte con la mente al cielo donde ibas, pero mi imaginación no quiso imaginarme volando. Traté de estirar mis manos y mis brazos, que se alargaran hasta tocarte, pero mis huesos son duros y no quisieron ser de goma.

Busqué entonces una escalera que me llevara al paraiso contigo sin hayarla. Quise trepar a un arbol para atraparte sin lograrlo. Subí a una roca alta, para tocarte, pero el musgo se quedaba entre mis dedos y no logré afianzarme.

Quería volar contigo, nadar en el aire junto a ti y quedarme ahí. Entonces abrí mi espalda y saqué mis alas, extendí las alas de ángel caido que el Cielo me dió, y sacudiendolas me elevé. Y cuando ya no pude elevarme más abrí mi pecho y salió mi alma, porque si no puede mi cuerpo en espíritu sí te sigo.

Y se elevó mi espíritu en sueños, con tal de seguir tu vuelo. Y llegaba a la copa de los arboles, y te daba la mano y volaba contigo, y nos íbamos juntos al Cielo. Y cuando desperté, estabas a mi lado aún dormido. Y te desperté, y te pregunté "¿En qué sueñas?". Y contestaste "Soñaba que volaba, y que volabas conmigo".


Porque a donde tu vayas, yo vuelo contigo. Te amo.